Hace ya un mes que estamos en Kinshasa, el tiempo pasa muy rápido, a pesar de que aquí el ritmo de vida es mucho más relajado: primero se hace una cosa y después otra, con calma; cada tarea lleva el tiempo que precisa y no hace falta correr. Por tanto, en general estamos muy tranquilas; sólo nos estresa un poco el denso tráfico y el ruido: desde muy temprano se oye- “Matete matete, Lemba, Boulevard, Souregion…”, y es que cantidad de destinos se gritan cada día para coger el transporte público, que como os podéis imaginar son pequeñas camionetas y furgonetas en las que no hay límite de capacidad, siempre hay huecos que nosotros no vemos pero en los que cabe una y otra vez más gente.
También a finales del mes de noviembre, el día 28, los congoleños han votado para elegir el presidente de la nación para los próximos cinco años. Actualmente dirige el país Kabila y no sabemos qué pasará pues la proclamación será el día 6 de diciembre.
Bueno, este es nuestro ambiente y en él nos hemos adaptado bastante bien, a pesar del calor y los mosquitos. Lo de la electricidad continúa más o menos igual, así que ya comenzamos a pensar como las gentes de aquí: en cada momento hacemos lo que se va pudiendo-“ malembe malembe”, que significa despacio, tranquilidad, en la lengua lingala.
Tres semanas llevamos yendo a nuestros centros(Point d’eau; Anuarit; y Dispensario) y cada día surgen nuevas historias de los niños de la calle que nos hacen despertar porque son testimonio de Jesús que se hace presente entre los más necesitados. Un niño ha muerto en Point d’eau. Y duele mucho, porque la muerte hace daño, pero en este caso de esta criatura que ha sufrido tanto en su corta vida, muchísimo más. Ha muerto de la manera más absurda, un golpe al caerse de la cama durante la noche. Nadie de su familia irá a velarlo .Ayer estaba jugando pero hoy ya no; el rincón donde se sentaba cada día está vacío. Los otros niños están muy afectados porque para los que nunca hubo cariño cada nuevo compañero forma parte de la familia. No se lo pueden creer. ¿Cuánto más tienen que sufrir?. Otra dura vivencia más para su historia. Pero… mañana vuelve a salir el sol y una sonrisa se vuelve a dibujar en estos corazones que toman fuerza de la alegría de vivir.
Tichi se llamaba…Que Dios lo tenga en su Gloria
Que buena idea habéis tenido con lo del Blog! Es una forma de estar más cerca de vosotras a pesar de la distancia y los apagones.
ResponderEliminarUn beso!
¡Hola a las tres!
ResponderEliminarMe alegro mucho de que os hayáis animado a compartir con nosotros el trocito de África que estáis viviendo. Seguro que todo lo que vivís cada día os va dejando huella y a veces cuesta digerirlo todo. Contar lo que hacéis, sentís y pensáis es una muy buena ayuda para eso. ¡Y también nos hacéis disfrutar a los de esta orilla del Puente! Gracias y hasta pronto! Iván
¡Un gran abrazo desde Valladolid!
ResponderEliminarEl tiempo va pasando, seguro que mas deprisa de lo que uno desea. Ya llevais más de dos meses por esos lugares y por lo que veo estais bien, pero por aquí ya se empieza a notar mucho vuestra ausencia. Bueno en realidad quiero daros animos para continuar(que seguro que no os faltan)y que disfruteis este nuevo parentesis en vuestra vidas.
Un beso para todas, en especial para Lucia que es a la que verdaderamte conozco.
Javi